10 Cosas que tu madre nunca te dijo
Tengo una pequeña de 3 meses y no hay dolor ni cansancio que me impida cumplir todas sus demandas. Lo entendí una de las primeras noches que durmió en casa y me pasó de todo en plena madrugada; Literal.
Recuerdo que durmió a las 12: 45 am y despertó una hora después. Le di de comer, le saqué su chanchito y se le vino toda la leche. Me manchó el pijama y se manchó ella también. Al sacare la ropa aproveché en cambiarle el pañal y en pleno cambio se hizo piss en el pañal nuevo y en la ropa nueva; la volví a cambiar y justo cuando iba por la crema comenzó a hacer popó. Cuando pensé que todo había terminado, levanté el pañal y de repente salió un disparo que manchó mi cama, mi pijama nuevamente, su tercer cambio de ropa y el piso… Antes de empezar a llorar de la desesperación vi a mi niña sonreír a sus pocos 15 días de nacida y toda la angustia de mamá inexperta se fue y entendí que a pesar de estar super sucia, no tener donde dormir, morirme de sueño y además de ello tener que casi bañarla, cambiarla y darle de comer nuevamente para que duerma tranquila un par de horas más y tal vez repetir la misma historia toda la noche y la semana, yo la amaba y ese amor hacía de mi aunque inexperta, una persona muy paciente, llena de energía y amor solo por ella…
No fue hasta que supe sobre mi embarazo, que me puse a pensar a conciencia todo lo que tuvo que pasar mi madre para tenerme y criarme.
Ninguno de nosotros sabe realmente todo lo que siente y pasa una madre por sus hijos y justo hoy, cuando revisaba mi Facebook, me encontré con un artículo que lo explica TODO.
Creo que describe a la perfección todo lo que nuestros hijos no saben de nosotras, las madres, y no entenderán hasta que tengan la oportunidad de experimentar el crear una familia teniendo el rol de madre o el soporte de padre.
10 Cosas que tu madre nunca te dijo…
Fuente: http://www.upsocl.com/mujer/10-cosas-que-tu-madre-nunca-te-dijo/#
1. Tú la hiciste llorar… y mucho.
Ella lloró cuando se enteró de que estaba embarazada. Y lloró de dolor cuando te dio a luz. Lloró cuando te sostuvo en sus brazos por primera vez. Lloró de felicidad y lloró de miedo. Lloró por preocupación, y porque te ama demasiado. Ella sentía tu dolor y tu felicidad, compartía todos tus sentimientos, te dieras cuenta o no.
2. Ella quería el último pedazo del pastel.
Pero cuando vio cómo la mirabas con esos ojos grandes y cómo estabas disfrutando no se lo pudo comer. Ella sabía que la haría mucho más feliz ver cómo tú te lo comías.
3. Dolió.
Cuando le tirabas del cabello, le dolía. Cuando la agarrabas con esas uñas afiladas imposibles de cortar, le dolía. Cuando la mordías mientras te daba leche, le dolía también. Cuando golpeabas sus costillas mientras crecías en su vientre. Cuando su estómago se expandió durante nueve meses; cuando hiciste que su cuerpo se contrajera de dolor mientras te daba a luz. Le dolió.
4. Ella siempre estaba asustada.
Desde el momento en que fuiste concebido, ella hizo todo lo posible para protegerte. Se convirtió en una mamá oso. Era esa señora que quería decir que no cuando la niña de al lado le preguntaba si podía sostenerte, porque en su mente nadie podía sujetarte tan bien como ella. El corazón le saltó cuando diste tus primeros pasos.
5. Ella sabe que no es perfecta.
Ella misma es su peor crítico. Conoce todos sus defectos y, a veces se odia a sí misma por ellos. Incluso, ella se exige más a sí misma de lo que tú podrías exigirle. Ella quería ser la madre perfecta y no hacer nada mal, pero es humana y cometió errores. Probablemente, ella todavía está tratando de perdonarse a sí misma por esas equivocaciones. Desea con todo su corazón poder volver atrás en el tiempo y hacer las cosas de manera diferente, pero no puede, así que trátala bien, porque hizo lo mejor que pudo.
6. Ella te observó mientras dormías.
Había noches en que ella se quedaba hasta las 3 de la mañana rezando para que pudieras quedarte dormido. Apenas podía mantener los ojos abiertos mientras te cantaba, y pedía que “por favor, por favor, conciliaras el sueño.” Luego, cuando por fin te quedabas dormido, ella te acostaba en tu cuna y todo su cansancio desaparecería por un corto segundo, mientras se sentaba a observar tu precioso rostro de bebé, y sentía más amor del que creía era posible.
7. Ella te cargó mucho más que solo nueve meses.
Necesitabas que así fuera. Y así lo hizo. Ella aprendió a sostenerte en sus brazos mientras te limpiaba. Aprendió a cargarte mientras comías, incluso te sostenía mientras dormías, porque era la única forma en que a veces podías conciliar el sueño. Sus brazos se cansaban, su espalda le dolía, pero no le importaba porque quería estar cerca de ti. Ella te acurrucaba, te amaba, te besaba y te tocaba. Te sentías seguro en sus brazos. Sabías que eras amado en sus brazos, así que te cargaba con la frecuencia y tiempo que necesitaras.
8. Se le rompía el corazón cada vez que llorabas.
Para ella, no había nada más triste que tu llanto, o nada tan horrible como las lágrimas que corrían por tu rostro. Ella hizo todo lo posible para que dejaras de llorar, y cuando no podía consolarte, su corazón se rompía en mil pedazos.
9. Siempre te ponía antes que ella.
A veces no comía, ni se duchaba, ni dormía. Ella siempre anteponía tus necesidades sobre las suyas. Pasaba todo el día atendiéndote, y para el final del día, ya no le quedaban energías para hacer nada más. Pero al día siguiente, se despertaba y lo hacía todo de nuevo, ya que tú eras lo más importante de su mundo.
10. Ella lo haría todo de nuevo.
Ser madre es uno de los trabajos más difíciles que cualquiera puede hacer, y a veces, te lleva hasta el límite. Como madre lloras, te haces daño, intentas cosas, fallas, trabajas y aprendes. Pero también experimentas más alegrías de las que pensabas que era posible y sientes más amor del que tu corazón puede contener. A pesar de todos los sufrimientos, las penas, las noches sin dormir y las madrugadas, ella lo haría todo de nuevo, porque tú vales la pena. Así que, la próxima vez que la veas, dale las gracias. Hazle saber que la amas. Ella nunca se aburrirá de escucharlo.
Mamá Petunia ❤